Para Gabriel García Márquez el periodismo era el mejor oficio del mundo. El más grande escritor del realismo mágico, periodista de oficio más no de profesión, el escritor que rompió barreras a nivel mundial, y uno de los máximo exponentes de la literatura latinoamericana.
“(…) Es una pasión insaciable que sólo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad. Nadie que no la haya padecido puede imaginarse esa servidumbre que se alimenta de las imprevisiones de la vida. Nadie que no lo haya vivido puede concebir siquiera lo que es el pálpito sobrenatural de la noticia, el orgasmo de la primicia, la demolición moral del fracaso”, así definía García Márquez al periodismo.
¿A quién le importa cuando matan a un periodista?
A ti querido asesino, funcionario, criminal, hoy tengo que escribir. La pluma es mi instrumento, la tinta: pintura para mis pensamientos, el papel: estandarte de la verdad y las letras: el combustible de mi motor, mismas que se convertirán en arma, fuego y plomo, por las que he de morir, sin escudo ni protección, soy libre, soy soberano, soy periodista, soy escritor, condenado a ser hostigado, encañonado y desmembrado por defender un derecho promulgado por la constitución.
“Las víctimas tienen un denominador común: casi todos cultivan el periodismo de investigación y sacan a la luz la corrupción del poder político, muchas veces asociado con el narcotráfico”.
¿Cuántos periodistas mueren en el mundo por ejercer su profesión?
México ocupa el tercer lugar a nivel mundial en asesinatos a periodistas y profesionales de los medios de comunicación según datos obtenidos por la FIP (Federación Internacional de Periodistas) en 2016.
Filiberto Álvarez Landeros (periodista), su cuerpo registró tres impactos de bala calibre 9 mm, interceptado saliendo de programa radiofónico mismo que conducía en Tlaquiltenango, Morelos. (Mayo 2017)
Javier Valdez (periodista), premiado en múltiples ocasiones por su trabajo sobre el narcotráfico y la complicidad política. “En México no hay libertad de prensa, porque el crimen organizado y los políticos corruptos imponen el silencio a punta de pistola o dinero”. Asesinado en Culiacán, Sinaloa, cerca del semanario Riodoce, mismo que fundó hace dos años. Javier se auto nominaba un buscador de historias entre las ruinas. “En Sinaloa es un peligro estar vivo, y hacer periodismo es caminar sobre una invisible línea marcada por los malos. Uno debe cuidarse de todo y de todos”. Javier Valdez. (Mayo 2017).
Marcela de Jesús Natalia (Locutora), muere al recibir un disparo en la cabeza cuando salía de la estación de Radio y Televisión en Guerrero Ometepec. También presidenta del DIF del municipio de Xochistlahuaca. (Junio, 2017).
Jonathan Rodríguez (Reportero), muere instantáneamente, en ataque de un grupo armado en contra de su madre, Sonia Córdova, subdirectora del semanario El Costeño de Autlán, del estado de Jalisco. (Mayo, 2017).
Maximino Rodríguez (Reportero) Asesinado a balazos en un estacionamiento de una plaza comercial en Baja California Sur, escribía criticas a las autoridades por la inseguridad del estado y temas sobre el narcotráfico. (Abril, 2017).
Y la lista continuaba, solo en el año pasado podemos mencionar a: Cecilio Pineda Brito de Guerrero; 2 de marzo, Ricardo Monlui Cabrera de Veracruz, 19 de marzo, Miroslava Breach Velducea de Chihuahua, 23 de marzo, Armando Arrieta Granados, jefe de información del diario La Opinión de Poza Rica, Veracruz, 29 de marzo.
¿En cuántos casos se ha encontrado al responsable?
En México se mata a periodistas porque no pasa nada, no hay detenidos ni consecuencias. Y esto sólo muestra el desprecio de la autoridad al trabajo periodístico, al derecho a la información y a la libertad de expresión. Daniel Moreno. Animal Político.
Actualmente estamos viviendo una crisis de violencia y agresiones a la prensa en México, en donde el mayor agravio es para la sociedad, cansada de la impunidad y de guardar silencio, el pueblo está en un grito desesperado, en una lucha constante, ya no se esconde más, está dispuesta a enfrentarse al horror de vivir en la oscuridad, sin temor, sin miedo.
Con tinta y papel hoy se escribe una nueva historia, con sangre y verdad se combate esta guerra, en busca de libertad, por que soy ciudadano, soy periodista, soy escritor, esclavo a informar y a morir con pluma en mano por una pasión desbordante, loca, fulminante, esa que solo me da “mi profesión”.