Intransigentes, intolerantes y prepotentes los integrantes del Sindicato Independiente de Trabajadores y Trabajadoras de Gobierno del Estado de San Luis Potosí, encabezados por su líder, Francisca Reséndiz, se plantaron frente a Palacio de Gobierno con un pliego petitorio lleno de despropósitos, muchos de ellos incluso fuera de la ley.
Bases laborales para policías, quienes desean cumplir con un horario laboral de ocho a tres, extensiones de contratos para trabajadores que finalizaron con el mismo sin que ahora exista justificación para una recontratación, y una serie de prebendas más, son los motivos por los cuales se manifiestan afuera de Palacio de Gobierno y frente al museo Cossio en la Avenida Carranza.
Encabezados por una persona que se desconoce cuánto tiempo lleva sin realizar un trabajo concreto, más allá de encabezar su sindicato, se mostró indignada porque la indicación en esta nueva administración es la de trabajar y servir a la población.
Digna representante de gente que no está impuesta a trabajar y sí a cobrar sueldos muy encima del promedio que recibe de la población general que trabaja diariamente en sus negocios o en empresas, Francisca Reséndiz y su grupo de burócratas solo quieren seguir extendiendo la mano sin realizar el mayor esfuerzo.
No conformes con ocasionar múltiples molestias en una de las principales vialidades de la ciudad afuera de una de las más emblemáticas construcciones de la ciudad, ahora vuelven a la Plaza de Armas para exigir sin ofrecer nada a cambio.
Resulta inexplicable que policías que deberían estar al pendiente de la seguridad de la población optaron esta noche por cuidar el campamento afuera de palacio grande exigiendo trabajar solo ocho horas durante el día. A todas luces son personas sin vocación de su profesión.
