– En San Luis Potosí, será posible tras la aprobación de la iniciativa que tiene como objetivo la atención digna del duelo perinatal.
Por Fernanda Padilla
El Código Mariposa es un protocolo de atención médica sensible y humanizada que busca brindar apoyo integral a las mujeres y sus familias que han experimentado la pérdida perinatal o gestacional, cuyo protocolo se ha convertido en un símbolo de esperanza y empatía en medio de un dolor profundo.
¿Qué es el Código Mariposa?
En esencia, el Código Mariposa se activa cuando se identifica a una mujer que ha sufrido la pérdida de su bebé durante el embarazo o el parto. A partir de ese momento, se pone en marcha un conjunto de acciones para garantizar una atención médica respetuosa, sensible y centrada en las necesidades emocionales y psicológicas de la madre y su familia, en el que se coloca una mariposa morada en la cabecera de la cama de la paciente, y en su expediente médico, para alertar al personal de salud sobre la situación que atraviesa.
Una iniciativa ciudadana
“Mediante el tercer Parlamento de las mujeres de San Luis Potosí estuve participando el año pasado, y por aquí pues realicé la iniciativa a favor del Código Mariposa, fue de mi autoría en este caso”, recordó Beatriz Martínez Monjaráz.
Beatriz Martínez Monjaráz impulsó la iniciativa que fue aprobada por el Congreso del Estado para dejar atrás los protocolos fríos e impersonales que revictimizaban a las mujeres en un momento tan vulnerable.
“Hace unos meses atrás en el Hospital Central de San Luis Potosí, un área exclusiva para las mamás que vivan un duelo, (…) cuando una mamá vive el proceso de ser madre durante nueve meses, y por alguna razón, pierden a su hijo, que bueno que ya va a haber un espacio obligatorio en las dependencias del Gobierno, del sector salud, para que estas mamás tengan un acompañamiento después de haber perdido un bebé, incluso el acompañamiento psicológico, que es importante, porque muchas veces hay mamás que lo hemos visto, que no se recuperan de la pérdida de un hijo”, explicó la diputada Yolanda Cepeda Echavarría.
Sin embargo, el camino fue largo para Beatriz, quien experimentó en carne propia el dolor de haber perdido a su bebé.
“Hace ya casi siete años sufrí la pérdida de mi segunda hija, Samantha a las 39.4 semanas de gestación, a raíz de esta experiencia que viví, me di cuenta de la falta de protocolos en los hospitales y esa atención humana, cálida, respetuosa, hacia las mamás que pasamos por esa experiencia, hacia los papás y hacia sus familias”.
Martínez Monjaráz puntualizó que solo se trata de un recordatorio de que la empatía, la dignidad y el respeto deben ser los pilares fundamentales de la atención médica.
“Me tocó compartir habitación con madres con bebés vivos, escuchar el llanto de sus bebés, ver mujeres embarazadas en la misma sala, y esto pues bueno, aumenta el dolor, que, pues ya por ende estás viviendo, llegaban médicos a preguntarme dónde estaba mi bebé, fue una situación muy dolorosa, muy incómoda”.
Al momento de su alta hospitalaria, le tocó compartir esa salida junto a familias que llevaban a sus hijos en brazos lo que complicó aún más su proceso de duelo.
“Esto pues dificultó un poquito el que yo iniciara un proceso de duelo saludable, a raíz de toda esta situación. Desde hace ya seis años busqué yo un espacio para poder hablar sobre este tema, y que más mujeres, mamás, papás y sus familias, pues pudieran disponer de un protocolo hospitalario, justamente para que no vivan esa situación tan lamentable, que, a mí, y a muchas mujeres nos tocó vivir”.
El Código Mariposa es un ejemplo inspirador de cómo la atención médica puede humanizarse y adaptarse a las necesidades emocionales de los pacientes. Este protocolo representa un paso importante hacia la construcción de un sistema de salud más sensible y empático, que reconoce el profundo dolor que implica la pérdida de un hijo durante el embarazo o el parto.