Hombres armados abrieron fuego contra centros religiosos judíos y cristianos ortodoxos.
El número de víctimas mortales de una serie de ataques contra iglesias y sinagogas en la región rusa de Daguestán, de mayoría musulmana, aumentó a 20 el lunes, después de que varios hombres armados perpetraron acciones coordinadas en dos de las ciudades más importantes de la república.
El domingo por la noche, hombres con armas automáticas irrumpieron en una iglesia ortodoxa y una sinagoga de la antigua ciudad de Derbent, prendieron fuego a un icono de la iglesia y mataron a un sacerdote ortodoxo de 66 años, Nikolai Kotelnikov.
El número de víctimas mortales de una serie de ataques contra iglesias y sinagogas en la región rusa de Daguestán, de mayoría musulmana, aumentó a 20 el lunes, después de que varios hombres armados perpetraron acciones coordinadas en dos de las ciudades más importantes de la república.
El domingo por la noche, hombres con armas automáticas irrumpieron en una iglesia ortodoxa y una sinagoga de la antigua ciudad de Derbent, prendieron fuego a un icono de la iglesia y mataron a un sacerdote ortodoxo de 66 años, Nikolai Kotelnikov.
No hubo reivindicaciones inmediatas. La comisión de investigación rusa dijo que 15 policías y cuatro civiles habían muerto. Según el Ministerio de Sanidad de Daguestán, otras 46 personas resultaron heridas.
Al menos cinco atacantes murieron, algunos fueron mostrados por los medios de comunicación locales acribillados en una acera.
“Es un día trágico para Daguestán y para todo el país”, dijo Sergei Melikov, jefe de la región de Daguestán, que el lunes visitó la sinagoga y la iglesia atacadas en Derbent.
Afirmó que fuerzas extranjeras habían participado en la preparación del atentado, pero no dio más detalles.
Daguestán es una república mayoritariamente musulmana del Cáucaso Norte ruso, un mosaico de etnias, lenguas y regiones que viven a la sombra de las montañas del Cáucaso, entre el mar Caspio y el mar Negro.
El atentado contra lugares de culto cristianos y judíos avivó el temor a que Rusia se enfrente a una nueva amenaza islamista militante sólo tres meses después de un atentado mortal en Moscú.
Con información de Milenio.