La ceremonia de inauguración de Tokio 2020 mostró la antigua esencia de la ciudad, mezclada con vanguardia tecnológica.
Tokio 2020, los Juegos de la XXXII Olimpiada, dieron inicio con la representación de una semilla que lentamente floreció en el centro del Estadio Olímpico de Tokio para después dar paso al conteo regresivo final y a un performance que rindió homenaje a todos los atletas que se prepararon en casa durante la cuarentena impuesta por la pandemia de Covid-19.
Una vez concluida la introducción, el sonido local dio la bienvenida al emperador Naruhito, junto con el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, quienes se situaron en el palo de honor del recinto para dar paso a la bandera de Japón y la interpretación de su Himno Nacional, a cargo de la cantante Mísia.
Una vez la bandera del país anfitrión fue izada, se pidió un minuto de silencio en el estadio y a la audiencia mundial, en memoria de los fallecidos a causa de Covid-19 desde el inicio de la crisis sanitaria.
Como tercer acto, con una representación del Monte Fuji como fondo, elementos típicos nipones y al ritmo de música, bailarines, vestidos con ‘haori’ o chaquetas de kimono, como solían vestir los trabajadores de la época, construyeron los aros Olímpicos con madera proveniente de árboles cultivados a partir de semillas traídas por atletas internacionales que participaron en los juegos de Tokio 1964.
Una vez erigidos los cinco anillos, principal símbolo de los Juegos Olímpicos, la delegación de Grecia arrancó con el desfile de naciones, de acuerdo a lo estipulado por el Comité Olímpico Internacional, como homenaje a la nación que vio nacer al evento durante la era moderna, en Atenas 1896, gracias al barón Pierre de Coubertin.
En segundo sitio caminaron los 29 deportistas de las 11 nacionalidades que competirán en el Equipo Olímpico de Refugiados, presente por segunda ocasión luego de su aparición en Río 2016, y posteriormente lo hicieron los países por orden alfabético del país anfitrión, con excepción de Francia y Estados Unidos, naciones que serán próximas sedes, que lo hicieron al final del despliegue, previo al cierre a cargo de los atletas japoneses.
Argentina fue el primer país hispanohablante que desfiló y destacó en la comparsa, gracias a la energía que mostraron durante el inicio de su recorrido, e incluso las cuentas oficiales del evento reconocieron su emoción. Por su parte, el Comité Olímpico Dominicano también puso alegría al inicio de la fiesta, con baile y aplausos durante su recorrido.
El taekwondista Pita Taufatofua nuevamente acaparó reflectores como abanderado de Tonga, pues vistió ropaje tradicional del país, con el torso descubierto y reluciendo en aceite de coco.
La delegación mexicana, encabezada por la golfista Gaby López y el clavadista Rommel Pacheco, se mostró como una de las más numerosas en la ceremonia, mermada de la presencia total de competidores debido a la pandemia.
Estados Unidos fue la antepenúltima nación en presentarse ante los ojos del mundo y su arribo fue aplaudido por la primera dama estadounidense Jill Biden, quien viajó hasta Asia para estar presente en la ceremonia. Francia continuó la pasarela y también fue apoyado por el mandatario francés Emmanuel Macron, igualmente instalado en los palcos del estadio.
Por último, el equipo Olímpico japonés tomó posición dentro del estadio y fue aplaudido ampliamente por las personas que fungieron como valla humana para mantener el orden durante los recorridos de las naciones. Una vez se encontraron reunidos todos los atletas en el centro del estadio, inició el juramento Olímpico, que fue presentado en video por la nadadora de Zimbabwe Kirsty Coventry.
Como acto escenico posterior, un colectivo multirracial de jóvenes ingresó con poliedros cuadrangulares al centro del estadio para realizar una coreografía que culminó con el logotipo de Tokio 2020, a la que le sucedió un video con una versión de la canción ‘Imagine’, de John Lennon, interpretada por diversos artistas de todo el orbe, y 1,824 drones en el cielo replicando el emblema de este evento y el orbe en color azul índigo.
Después de un discurso de Thomas Bach, el Emperador Naruhito, desde su puesto en el palco, dio por inaugurados los Juegos Olímpicos Tokio 2020 y la bandera Olímpica entró en escena para ser escoltada, por seis atletas que han dado su tiempo y talento para servir como trabajadores esenciales en sus comunidades locales, hasta el mástil en el que se situará junto a la de Japón hasta la conclusión de la justa.
“Declaro el inicio de la a trigésimo segunda edición de las Olimpiadas”, dijo Naruhito en el tramo final de la ceremonia, que tuvo lugar sin público y ante una reducida presencia de dignatarios extranjeros debido a la pandemia.
El espectáculo posterior comenzó con la presentación de los 50 pictogramas de las disciplinas Olimpicas presentes en esta edición, que fueron presentados con un plano secuencia protagonizado por tres artistas disfrazados de color azul, que las representaron valiéndose de diferentes recursos para adornar cada pose, así como pequeños clips de video. Las diferentes sedes para cada discipina fueron presentadas de manera cómica con un video en el que se mostró como se encendían las luces dentro de cada recinto.
Finalmente, la tenista japonesa Naomi Osaka fue la encargada de encender la llama Olímpica de Tokio 2020, luego de un breve recorrido por distintos relevos conformados por exdeportistas nipones históricos, personal de salud en primera línea contra el Covid-19, una atleta paralímpica y jóvenes promesas del deporte en aquella nación.
