Existen historias que con el paso del tiempo se desvanecen en el aire, sin embargo, hay otras que, gracias al esfuerzo de sus predecesores, se resisten a caer.
Tal es el caso de la historia de María Marcos Cedillo Salas, hermana del ex Gobernador potosino Saturnino Cedillo, quien se convirtiera en la primera mujer piloto del País.
Nacida en el municipio de Ciudad del Maíz en el año 1910, en plena efervescencia revolucionaria, adquiere el gusto de la aviación por su hermano, quien es reconocido por establecer la Escuela Civil de Aviación en el estado de San Luis Potosí, de donde emergen los primeros campos de aviación en México.
A temprana edad, inspirada por Florence Burnes una de las primeras mujeres en surcar los cielos como piloto y a quien conoció en la Escuela Civil de Aviación, María Marcos inicia con su preparación como piloto aviador.
Debido a su ímpetu y pasión por los aviones, desde joven inicio con vuelos de grandes distancias en el famoso avión Avro 504 K, bautizado por su propio hermano como “El Ángel del Infierno”, artefacto que la acompañaría en la mayoría de sus aventuras en el cielo, hecho que la convirtió en la primer “aviatriz” del País.
Sin embargo, a pesar de su habilidad y pericia, un 6 de junio del año 1933, María Marcos Cedillo con tan sólo 23 años de edad, a bordo de su inseparable “Ángel del Infierno” y en compañía de un mecánico, derivado de una falla en el aparato, cae en un estrepitoso accidente que cobró la vida de ambos. El impacto mortal se localizó en donde hoy en día se encuentra la colonia universitaria, a unos metros de la monumental asta bandera, donde en honor a su memoria, yace un monumento en donde su recuerdo vive, mirando al cielo.